lunes, 24 de agosto de 2009

Educar un gato


EDUCAR A UN GATO

Lo primero de todo, un gato no es un perro. Parece algo obvio, pero muchas veces nos olvidamos de que son especie diferentes y que no se comportan igual. Así que la educación de un gato será completamente diferente de la de un perro.

Cuando un perro hace algo mal se le castiga con un azote y el animal acaba aprendiendo y deja de obrar mal, además, tomará a la persona que le ha castigado como el líder de la manada y le hará caso. Sin embargo los gatos no viven en manada, son independientes, así que no puedes convencer a un gato de que no haga algo a base de castigos, ya que lo único que conseguirás es que te rehuya y te coja manía.

Sin embargo al gatito hay que enseñarle para que no arañe los muebles ni las cortinas, pero tendremos que hacerlo de la siguiente manera: nunca le pegues, cuando haga algo que no quieres que haga, lánzale una pelota o cualquier juguete para que pierda el interés en la travesura que está cometiendo. También puedes disuadirle con un "no" enérgico o echándole un chorrito de agua a la cara.

Cuando son pequeños los gatitios acostumbran a morder a sus hermanos para adquirir capacidades de caza. Hará lo mismo contigo, así que tendrás que enseñarle a no morder. Cuando te muerda, haz un ruido agudo para que sepa que te ha hecho daño y pellízcale hasta que el gatito se queje, así sabrá que te ha herido y dejará de morderte.

Recuerda que para educar a un gato hace falta paciencia y constancia y que nunca reaccionará igual que un perro.

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